miércoles, 8 de octubre de 2008

A sol la barra

Todo hombre al cumplir la mayoría de edad, empieza a interesarse por conocer ese otro lado de nuestra Lima, ese lado oscuro, pero a la vez sensual y atractivo, donde hablar sobre él, implica una tonta manera de demostrar que ya eres todo un hombre y cuanto más entres y conozcas este lugar te sentirás más hombre y te enseñara cosas que según tú nunca aprenderás en otro lugar, me refiero a los famosos nightclub`s.
Pero no les voy a comentar sobre los típicos y más exclusivos nighclub`s de Lima, donde están las chicas más exclusivas de la cuidad o como se les conoce en ese rubro como las A1 y donde las personas que frecuentan ese lugar son jóvenes de treinta años con un buen trabajo y que se dan el lujo de pagar por una dama de compañía desde cien dólares para arriba y a la vez pagar los más exclusivos tragos que te ofrecen dicho lugar. Sino les voy a comentar sobre el fúnebre pero más transitado nightclub del centro de Lima llamado ¨Sol la Barra¨, donde por este lugar no están las más exclusivas señoritas A1 como se les menciona en su ambiente artísticos y donde las personas que van a este lugar no son personas con puestos altos en una empresa de mucho dinero, sino son todo lo contrarío, las personas que van y que vi esa noche, son ancianos y muchachos que trabajan, pero no en una empresa de exclusivos establecimientos, sino ¨choferes de transito civil ¨, y es que así mencionan su trabajo la gente que se dedican al transporte público según, Antonio Ruiz Quispe, un señor de 55 años que me contó que después de un arduo día de trabajo venia a este lugar a relajarse un rato y de paso a conocer a una linda señorita para que le haga compañía porque no quería tomarse solo su chela que le había costado 5 soles y que pensaba gastar otros 5 soles para la señorita que te todas maneras pensaba conocer en esa noche.
El lugar estaba lleno de humo acompañado de tres luces roja, amarilla y verde donde se podía observar que eran las únicas luces del lugar, claro todo esto acompañado de un olor muy fuerte que seguramente según las damas que caminaban semi desnudas creerían que mucho más fuerte huela su colonia, más hombres iban a tener esa noche. La entrada esta un sol como el nombre lo indica, pero claro tienes derecho a tu vaso de chela mezclada con agua, al entrar al establecimiento te da la bienvenida un cuadro de piel de tigre donde están varias mujeres realizando distintas posiciones para obtener un buen acto sexual. La noche sigue pasando y el lugar se estaba llenando cada vez más de hombres borrachos por las chelas y la famosa chicha de jora, había una voz omnisciente que yo me preguntaba de quien será esa voz que se dedicaba a presentar a las lindas damas de trajes cortos y brillantes donde según la voz omnisciente advertía que todos se vallan preparando para la chica estrella del lugar la única y autentica ¨Laidy chispas¨, una chica que venia de Tarapoto y que según la voz iba causar la sensación esa noche, bueno así que a esperar me dije; y me senté en la barra donde tenia una vista a la pasarela llena de espejos y me dedique a observar los saltos y piruetas que realizaban las chicas con el tubo que se encontraba en el centro de la pasarela, todos los hombres le tiraban chela a las mujeres y se reían de ellas, algunos solamente observaban callados y pedían más chela y otros estaban ahí pero con una mirada fría como que si no tuvieran otro lugar a donde ir. Y siguieron pasando las horas hasta que por fin la voz que sonaba a los anuncios de trampolín la fama, anuncio la salida de la tan ansiada ¨Laidy chispas¨, cuando salio no lo podía creer la famosa Laidy era una chata y cuadrada o cuadrado por su cara parecía de un hombre que antes había pasado por cirugía, en realidad no lo podía creer y la reacción de la gente era increíble algunos la tocaban o mejor dicho le cacheteaban las nalgas otros se paraban y pedían que ya se calatee, no lo podía creer, después de esperar toda la noche y tomar como tres vasos de chela con agua me sentía como una sucia rata de alcantarilla, ya que al estar un buen tiempo en este lugar empecé a creerle a la voz omnisciente que claro al final pude saber de donde provenía y era del mismo closet donde salían las chicas y hasta lo pude ver al tipo que realizaba ese trabajo, era un enano calvo con terno que incluso las chicas antes de salir se burlaban de él, y entonces sucedió y me dedique a reflexionar me dije a mi mismo que esperabas si la entrada es a sol la barra.

Escrito por: Gonzalo Alonso Pérez Díaz

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